Los papeles de la compañía de Elon Musk llegaron a bajar hasta 7% y hoy operan con pronunciado descenso. Los inversores pretendían mayores precisiones sobre los planes a futuro.
La tan esperada reunión anual de Tesla, que culminó con el anuncio de una nueva línea de baterías, no produjo el efecto esperado en los mercados. Las acciones de la compañía de Elon Musk reaccionaron a la baja.
En el evento se presentaron los últimos reportes financieros, la evolución de los distintos desarrollos de la empresa y el anuncio de su nuevo plan para la producción de baterías que sean más baratas. A su vez permiten almacenar más energía y que los vehículos recorran mayores distancias.
Tras el anuncio, los papeles de Tesla llegaron a caer hasta 7%, lo que equivale a una reducción en su capitalización de mercado de unos u$s 20.000 millones. Y hoy vuelven a cotizar con una importante baja en Nueva York. ¿Por qué?
Según los analistas, los inversores esperaban anuncios importantes acerca del desarrollo de una batería con una vida útil de 10 años o más. Y un objetivo específico de reducción de costos que situara el precio de los vehículos eléctricos por debajo de los nafteros.
Pero Musk solo se limitó a prometer reducir a la mitad el costo de las baterías con nuevas tecnologías en un plazo de dos años. Y reconoció que Tesla aún no puede ofrecer procesos de fabricación, diseño de baterías y vehículos completamente nuevos. Además, la compañía a menudo no ha cumplido con los objetivos de producción anunciados.
El objetivo de producir 20 millones de vehículos al año tampoco llegó con un cronograma o presupuesto precisos. «Hay un camino claro hacia el éxito, pero mucho trabajo de aquí en adelante», dijo Musk.
«Los inversores a largo plazo hacen sus planes para un año de distancia, y un horizonte de tres años es simplemente mucho tiempo. Quieren la inmediatez», explicó Gene Munster, del fondo de capitales Loup Ventures.